Tu venganza es mi culpa

Es única y exclusivamente mi culpa haberte roto el corazón, no estoy presumiendo de eso, jamás lo haría, al contrario me averguenzo de...


Es única y exclusivamente mi culpa haberte roto el corazón, no estoy presumiendo de eso, jamás lo haría, al contrario me averguenzo de la verguenza por la que has tenido q pasar.
Tu venganza es mi culpa, la culpa que me ataca todo los dias, a cada instante en el que se me antoja cual gestante ver tus fotos, y que, de premio consuelo me ofrece un duro choque contra la indiferencia de tus latidos. Esta misma culpa que me pela los dientes cada vez que asomo en tu nueva vida, donde quiero protagonizar al principe teñído de azul y en la que ando esperando una audición para poder entrar a esta historia que se ha reestrenado.
Ahora te has vuelto inalcanzable, mas que antes, porque si antes tenía que cruzar el mar a punto de saltos, hoy ademas de eso, tengo que luchar contra las 4 cabezas, 8 patas, 6 colas y 24 ojos del horrible monstruo que es: tu venganza. Ademas de protegerme de su fuego portando como única arma: una diminuta espada de papel.
Sé tambien de mas, que mis posibilidades son nulas, sin embargo, aquí estoy con la frente en alto y bien peinado, listo para atacar y con una impenetrable armadura en el corazón... pues mi amor no esta dispuesto a morir. Como dolor de muela o como rotura de huesos me duele que me ofrescas tu generosa "opción B" como única alternativa en este exámen para marcar.
Mi esperanza vaga ciega, y es por eso que desde hoy te has convertido en mi amor platónico. Mi locura anda desnuda buscando explicación por las calles de tu confusión, interrogando a lo único que hoy llena tu corazón, que son esas dudas por montón. No creo que pueda dejar de aparecer en las paginas policiales de tu vida, por cometer el delíto de lastimar tu corazón, aunque déjame decirte que solo yo puedo curarlo si tu memoria acepta mi perdón como un buen analgésico.

Tu venganza es mi culpa, yo provoqué mi encarcelamiento sin derecho a fianza en esta sucia celda donde me han mandado mis errores, yo fuí aquel egoista inmaduro que no pensó en tí, que suprimió tus sentimientos cuando debi subrayarlos, ponerles negrita y mayúsculas por su gran paciencia. A estas alturas del partido donde voy perdiendo por goleada, es que me vengo a dar cuenta que debí incluirte en mi equipo, porque de nada me sirve la individualidad, porque no soy nada jugando solo contra los ciento treinta y cinco errores que me estan humillando frente a mis mejores enemigos - OJO - los que mejor me odian. A estas alturas del partido, le estoy levantando la mano al arbitro para que puedas entrar a la cancha pero ya no estas en la banca donde creí q estabas... donde no hay nadie. Hace ya algún tiempo escribí algo que probablemente no entendiste, y hoy tocando este tema en un concierto a estadio lleno, donde doy fé de mi culpa cantándo a todo pulmón, te lo explicaré. Hablé de mi primera vértebra y de toda la culpa que recae sobre ella, y es que, la primera vértebra que sostiene la cabeza lleva irónicamente el nombre de "Atlas", el mismo nombre que llevaba ese gigante mitológico que sostenía el peso del mundo. Imagínate el peso de mis culpas.

Tu venganza es mi culpa, yo no tengo nada para tí, pero si en algo te consuela ... mi amor sigue en la mesa esperando entrar al microondas para el "calentao".

Por: Alexis Muñoz

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